SANDY RODRIGUEZ

¿QUÉ TANTO ESCRIBIMOS Y QUÉ TAN BIEN LO HACEMOS?

 Tocamos un tema que duele. No es secreto que vivimos en una etapa complicada para el uso correcto del idioma, y cuando digo uso me refiero  al lenguaje hablado como al escrito. Aquellos que aún nos mantenemos firmes por escribir correctamente, incluso en las redes sociales, parece que fuésemos cada vez menos. Y es que en estos entornos virtuales la informalidad está permitida en todos sus niveles, a pesar de que estén siendo consideradas por muchas empresas como fuente de información para seleccionar a su personal. El cambio en los usuarios no ha sido notorio, y seguimos observando un sinfín de violaciones a nuestra ortografía y gramática.

Conversamos sobre el tema con Elmer López Guevara, docente de Ciencias de la Comunicación de la Universidad César Vallejo y de la Universidad Privada del Norte, quien se refirió al tema con entendible pesar.

“Estos problemas reflejan una descuidada atención a la ortografía. Incluso se ve en estudiantes de comunicación social. Es una pena que no tengan conciencia de que escribir bien, expresarse bien, es la base de su profesión”, nos dice López.

Sin duda no es el único docente que observa estas falencias con las que los estudiantes no deberían llegar a un nivel superior de estudios, pues se supone, estos han debido ser tratados y resueltos durante la época escolar.

A pesar de esto, Elmer López, el también ganador del segundo premio de la prestigiosa Bienal de Cuento Copé, reconoce que el ambiente literario en Trujillo es prometedor, o al menos, busca destacarse gracias al incremento de festivales, exposiciones, concursos y demás eventos literarios que están surgiendo, no sólo en nuestra ciudad, sino también en distintas partes del Perú.

“Hay bastante efervescencia, muchachos que escriben bien, o en todo caso que tienen muchas ganas de hacerlo. Pero deben tener cuidado y no lanzarse al ruedo creyendo que con escribir un par de cartillas  es todo”, recalca.

Lo más importante es que distintas instituciones públicas y privadas se están preocupando cada vez más por fomentar el hábito de la lectura y promueven eventos como las ferias del libro, que aunque no lo son todo, ni erradicarán este vicio en la ortografía, al menos tratan de apoyar con lo elemental y no ser simple espectadores.

¿Qué tanto escribimos? Poco, diría yo. Al menos, escribir en el sentido de aportar con contenidos de interés. Tenemos tanta información al alcance de las manos que ya no creemos fundamental el crear contenido propio. Los que leen, y leen bien, son los que empiezan a sentir esa necesidad de plasmar sus ideas en un papel; por eso la importancia de desarrollar un mayor hábito de lectura.

Y… ¿qué tan bien escribimos? El que lee y escribe con frecuencia tiene menos errores de gramática y ortografía. Si no tenemos lo primero, difícilmente mejoraremos. ¿Las evidencias? Dese una vuelta por las redes sociales y lo verá. Los propios docentes universitarios dan fe de ello.

Pero más allá de todo lo expuesto, es menester y obligación al menos en los jóvenes que hemos optado por seguir una vida profesional, y no sólo los comunicadores, el tener un manejo correcto de nuestra gramática y ortografía. Una buena forma de lograrlo es leyendo más, así que todo depende de las ganas que tengamos de hacerlo. ¡Adelante!